Monday, June 14, 2010

Desaparición De Político Mexicano Crea Preguntas Sobre Estrategias De Seguridad En México

por Kristin Bricker

El presunto secuestro del político mexicano Diego “El Jefe” Fernández de Cevallos, uno de los políticos mexicanos más poderosos, la crisis de seguridad en México lo ha puesto otra vez en la atención internacional.

El gobierno mexicano no ha calificado oficialmente la desaparición de De Cevallos como un secuestro. Sin embargo, el hecho de que su automóvil fue encontrado abandonado en su rancho con rastros de sangre y signos de lucha, ha llevado a su familia a apelar a “los captores” para hacer contacto con el fin de negociar su liberación. Al momento de la redacción, no se sabe si de Cevallos está vivo o muerto.

El crimen en sí  mismo no es sorprendente, los secuestros en México son muy comunes. De Cevallos tampoco es el primer político en ser víctima del crimen violento-varios políticos locales han sido acecinados o atacados en  semanas recientes mientras el país se prepara para las elecciones internas. Lo que separa este crimen de otros es el hecho de que la víctima es uno de los hombres más poderosos en México.

De Ceballos, un miembro del Partido Acción Nacional (PAN), es uno de los principales líderes del Yunque, una organización secreta ultraconservadora católica que al parecer tomó el control del PAN en 1970 y continúa dirigiendo su agenda política.  Fue candidato presidencial del PAN en 1994 y ha servido durante cuatro periodos en el Congreso: una como Senador y tres en la Cámara de Diputados. Sus colegas y alumnos ocupan puestos clave en el gabinete del presidente Felipe Calderón y en la Suprema Corte. La firma de abogado de Cevallos fue clave en el bloqueo del recuento tan reñido de las elecciones presidenciales del 2006, en el cual el Presidente Calderón fue fuertemente acusado de haberle robado el triunfo al  candidato opositor Andrés Manuel López Obrador. Entre 1994 y 1997, el gobierno mexicano investiga su firma de abogados por haber representado empresas vinculadas con el cartel de Juárez: un hospital privado que realizaba cirugías plásticas a capos de la droga, una funeraria que realizo servicios de inhumación al capo Armando Carrillo y a una empresa que se encargaba de lavar el dinero del cartel.

Si bien no se ha confirmado que una Organización de Trafico de Drogas (OTD) ha secuestrado a de Cevallos, su desaparición ha provocado dudas sobre el futuro de la guerra de México contra las drogas.

Ardelio Vargas Fosado, presidente de la Comisión Nacional del Congreso Mexicano de Defensa, dijo a la prensa “Este acto marca un punto de inflexión. Sin duda, la forma en que manejamos la seguridad pública y la seguridad nacional tendrá que cambiar… Habrá que realizar una detallada revisión de la estrategia que se ocupa de la cuestión de la seguridad pública y los riesgos, y amenazas para la seguridad interna del país”.

“Cambio” definido por el gobierno de Calderón parece significar más de la misma estrategia de seguridad. Calderos, en respuesta a la desaparición de su colega y amigo personal, comparo a México con Colombia durante 1980. “Hay etapas en que se presenta la delincuencia organizada durante los 80 y a principios de los 90 [en Colombia] los cuales se están presentando en México, y afortunadamente los estamos combatiendo. Y a pesar de que podría haber etapas en que su esencia podría ser similar [a los de Colombia], las estamos enfrentando y probablemente se producirán más rápido y podemos resolver más rápido. Lo que le tomo a Colombia cerca de 20 años, nos debería tomar tal vez cinco, seis, siete años o menos, dependiendo de  la persistencia que le pongamos a nuestras acciones”.

La comparación de Calderón de México con Colombia está diciendo. Mientras que Colombia desmantelo las OTD mas importantes como el cartel de Cali y –Medellín al matar o detener a sus dirigentes, muchos más carteles surgieron para ocupar su lugar. La cocaína  sigue fluyendo desde Colombia a Estado Unidos, la única diferencia está en que las OTD mexicanas dominan las rutas de tráfico. El cultivo de la coca aumento en un 15% y la producción de la cocaína aumento un 4% en el curso del Plan Colombia, llevando a la oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU. a concluir que “los objetivos en reducción de drogas no se han alcanzado completamente” a pesar de la importante presencia militar de EE.UU y del apoyo financiero, y táctico al ejército Colombiano.

Aparentemente México se dirige por un camino similar de fracaso. Al igual que Colombia, México cuenta con esfuerzos estratégicos militares y legales para desmantelar OTD por medio de arrestos, asesinatos y ataques súbitos. El gobierno EE.UU. apoya estas medidas atreves de la Iniciativa Mérida, un paquete de ayuda que apoya al ejército y policía mexicana en la guerra contra las drogas. Uno de los acuerdos de la Iniciativa Mérida “a llevarse a cabo” para  México, es el “numero de traficantes de drogas de alto perfil y capos criminales capturados”.

Como lo demuestra la experiencia de Colombia, la demanda impulsa al tráfico de drogas. Mientras exista un incentivo financiero significativo para el tráfico de drogas, la industria se ajustara y evolucionara de manera que el producto llegue al consumidor. Así como la desaparición y posible asesinato de uno de los políticos más poderosos  de México, de ninguna manera debilitara al gobierno federal, causando la muerte o el arresto de los capos de la droga no debilitara la industria de tráfico de drogas.  Al igual que l gobierno, las OTD se adaptaran a las nuevas circunstancias y nuevas personas darán un paso adelante para llenar los vacios dejado por las muertes, detenciones y desapariciones. Y la guerra continúa sin cesar.
Independientemente de cuantos capos mata o extradita el gobierno mexicano hacia Estados Unidos, la industria se ha acomodado. Después de que Calderón desplegó a los militares a finales de 2006 para librar la guerra contra las drogas, las incautaciones de drogas han disminuido y la producción de drogas ha aumentado en México. Mientras tanto la situación de seguridad se ha deteriorado rápidamente. Durante el mismo periodo, las violaciones a los derechos humanos hechas por militares han incrementado seis veces. El índice de asesinatos  ha incrementado dramáticamente desde 2006, con un total de 22,700 muertes relacionadas con la guerra de drogas. Ciudad Juárez es considerada actualmente como la “capital mundial en asesinatos” y Tijuana es aun más peligrosa que Bagdad.

El problema con las estrategias en seguridad de México es que simplemente no tiene una. Ni Calderón ni el gobierno de los EE.UU. han definido claramente los objetivos que orientan a la guerra contra las drogas. ¿Es el objetivo disminuir las muertes relacionadas con el narcotráfico? Lo contrario esta ocurriendo. ¿Es la meta, eliminar por completo el flujo de drogas hacia los Estados Unido? Eso es imposible.  ¿Es la meta, reducir el  de flujo de drogas hacia los Estados Unido? Si es así, ¿Exactamente qué cantidad de “reducción” es necesaria para enviar a los militares de regreso a sus cuarteles?

A falta de un conjunto claro de objetivos y un escenario final del juego, la guerra contra las drogas parece ser una cruzada sin fin. Hasta ahora, los políticos de gran poder que han librado esta guerra has sido inmunes a sus efectos. Pero, como una revista mexicana público en respuesta a la desaparición de Cevallos, “El partido en el poder está empezando a cosechar lo que tan dedicadamente a sembrado, porque “el que siembra vientos cosecha tempestades”.

Sunday, May 16, 2010

Iniciativa Mérida Bajo la Lupa Tras la Visita de Clinton a México

Una delegación de EE.UU. a nivel de gabinete junto con la Secretaria de Estado Hillary Clinton y varios oficiales de la milicia, seguridad y de inteligencia en México, han dado lugar a un debate sin precedentes y crítica de la Iniciativa Mérida en los medios de comunicación. Los oficiales Estadounidenses estaban en México para discutir la fase dos de la Iniciativa Mérida, un paquete de ayuda militar y policíaca estadounidense que se encuentra a expira en 2011.

Clinton y su homóloga la Secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinosa, sostuvieron una conferencia de prensa donde lanzaron una declaración vaga en la que ambos países reforzaron su compromiso para detener a los traficantes de drogas y combatir el tráfico ilegal de armas, la corrupción y el lavado de dinero. Durante la conferencia de prensa, un reportero pregunto si los funcionarios de EE.UU. y México discutieron la despenalización como una posible alternativa a la guerra contra la droga, la cual ha cobrado casi 23,000 vidas en México desde finales de 2006 cuando el presidente Felipe Calderón envió al ejército para luchar contra los cárteles de drogas. A lo cual Clinton respondió: “No”.

Dentro de la cobertura de la reunión, la prensa estadounidense afirmo que la administración de Obama está cambiando las prioridades de la Iniciativa Mérida. La declaración Clinton-Espinosa menciona “Construimos comunidades fuertes y resistentes” como una prioridad para la siguiente fase de la Iniciativas de Mérida. Por otra parte, la solicitud del Presidente Obama para el presupuesto 2011 dedicado a la guerra contra las drogas de México, dice “el apoyo cambiaria de proveer aviones, equipos y otros artículos de alto costo; a el desarrollo de las instituciones, entrenamiento y asistencia técnica”.

Sin embargo, Laura Carlsen de Americas Program cuestiono la administración retorica de la Iniciativa Mérida de Obama: “La reunión conto con la participación de un alto nivel de seguridad y oficiales de la defensa, sin la presencia de uno solo de los miembros de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) o del zar antidrogas Gil Kerlikowske, quien supuestamente se encargaría de la ejecución de los compromisos de EE.UU. para reducir la demanda de drogas ilegales. No hay referencias serias, esfuerzos fundamentados por reducir la corrupción y el tráfico en los Estados Unidos; y declaraciones sobre la disminución de la demanda y el aumento de la ayuda a los programas de lucha contra la pobreza en México permanecen vagas e imprecisas.

En México la reacción a la versión de Obama sobre la Iniciativa Mérida fue extrema, sobre todo porque Janet Napolitano dio una polémica entrevista a la NPR en la cual afirmaba que “hay discusiones sobre el papel de nuestro ejército… en la solicitud de, y la consulta y cooperación [de] los mexicanos.

“¿Estás diciendo que (el presidente mexicano Felipe) Calderón se ha expresado a favor de la entrada de uniformados militares estadounidense dentro de México?”, pregunto Robert Siegel de NPR. A lo cual Napolitano respondió, “Si, quiero ser muy, muy claro [porque] este es un tema muy delicado… Nuestros militares de cierta forma muy limitada han trabajado con los militares mexicanos en sus esfuerzos contra los cárteles de la droga. Pero, obedece a la solicitud del gobierno mexicano, consultado por el gobierno mexicano. Y es sólo una parte del total de nuestros esfuerzos con México, los cuales son principalmente de carácter civil.

Esta declaración causo un escándalo dentro de la prensa mexicana. Proceso, una de las revistas políticas más respetadas en México, informo que Napolitano “Se revela que el Presidente Felipe Calderón solicitó a la administración de Obama enviar soldados para llevar a cabo operaciones contra la droga junto con militares mexicanos… funcionarios de la administración de Calderón han negado una y otra vez que las puertas al territorio mexicano se han abierto a las tropas de EE.UU.”.

Eso no es cierto- Napolitano nunca dijo que Calderón solicito que los solados estadounidenses participaran en operaciones contra las drogas en México, además de que las autoridades mexicanos nunca dijeron que los soldados de EE.UU. no pondrían un pie en suelo mexicano. Sin embargo, el artículo y la indignación que este provocó en todo el país demuestran que los mexicanos en consenso, no consideran bienvenidos a los militares estadounidenses en México bajo ninguna circunstancia. También demuestra la amnesia de los medios mexicanos sobre la presencia colectiva de los militares de EE.UU. en México.

El ejército estadounidense ha tenido una presencia relativamente pequeña pero constante en México por lo menos desde 1999, la información del número del personal militar de EE.UU. en servicio activo en México que se tiene desde los primeros años está disponible. En 1999, habían 33 soldados estadounidenses estacionados en México; en la actualidad hay 26 aproximadamente. El Departamento de Defensa ha enviado personal militar a México para entrenar a los militares mexicanos cada año, desde por lo menos 2001, el primer año el Pentágono comenzó a romper los entrenamientos militares extranjeros por ubicación. Los EE.UU. han entrenado a los militares mexicanos en materia de seguridad, recolección de información y análisis, lucha contra el terrorismo, ingles, operaciones especiales, planificación de la interdicción, relación militar-civil, aplicación de la ley táctica, lucha contra el contrabando y aviación- todo sobre en mexicano.

La presencia de instructores militares estadounidenses en México no es un secreto: el Departamento de Defensa publico la información en línea. En 2007, el periódico La Jornada se tropezó con los documentos en que se indica la información sobre los militares que entrenan en el territorio mexicano en 2006. El artículo de La jornada apenas y toco la punta del glaciar, pero contenía la información suficiente para que los medios mexicanos estuvieran consientes de que los instructores militares de EE.UU. se encuentran en México y desde hace ya bastante tiempo.

La Iniciativa Mérida-fundada militares de EE.UU, los entrenadores ya operan en México. Reporte de USA Today:

Cerca de 20 equipos, que varían en tamaño de una a cinco personas viajan a México cada año realizando visitas cortas para auxiliar en la capacitación, dijo Renuart. La mayoría son veteranos de Afganistán o Irak. El Comando del Norte comenzó a enviar equipos de asesoramiento desde hace dos años.

Tanto los medios de comunicación estadounidenses como los mexicanos descartan que los mexicanos tiendan a reaccionar negativamente hacia los comentarios de –napolitano como algo importante, respuesta que se derivaría de un evento que algunos considerarían historia antigua: La Guerra México-Estados Unidos de 1846.1848, durante la cual el ejército de EE.UU. invadió a México. Sin embargo, la historia más reciente nos sugiere que la preocupación de los mexicanos acerca de la relación tan estrecha entre los militares mexicanos y estadounidenses es totalmente racional.

Parece que cada vez que el gobierno mexicano se encuentra en su peor momento, los militares estadounidenses están ahí para tenderles la mano. Dos de los ejemplos más infames son el de 1971 la masacre de Corpus Christi en la cual paramilitares golpearon a muerte a 25 estudiantes y dejaron a decenas de heridos, y 1994 la sangrienta represión que siguió al levantamiento del Ejercito Zapatista de Libertad Nacional

Según los documentos y fotografías del ejército mexicano un avión estadounidense cargado de explosivos entro en un hangar de México en 1969. Los militares estadounidenses utilizaron esos explosivos para entrenar a miembros de la Guardia Presidencial de México como parte de un curso de “terrorismo urbano”. De acuerdo con el Secretario de Defensa en el momento, Marcelino García Barragán, los soldados que recibieron el entrenamiento colocaron las bombas en edificios del gobierno federal y tres oficinas del periódico. La operación de acuerdo con el investigador mexicano Carlos Montemayor, fue parte de una campaña de guerra sucia de terror que culmino en 1971 en la masacre de Corpus Christi.


Recientemente, la formación militar de EE.UU para los soldados mexicano se disparo después del levantamiento Zapatista de 1994. De acuerdo con el Cetro para la Integridad Pública, Desde 1984 a 1992, un total de 512 tropas mexicanas fueron entrenadas por los Estados Unidos, un promedio de 57 estudiantes por año. Desde 199. Los Estados Unidos han entrenado a más de 4,000 efectivos militares mexicanos, un promedio de 800 al año, un portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. dijo. Algunos de los cursos tuvieron lugar en os Estados de Guerrero, Chiapas, Veracruz y la Ciudad de México. El incremento en la cooperación de México lo ha convertido en el principal receptor del fondo en América Latina del Programa Internacional de Educación y Entrenamiento Militar en 1996 hasta 1999 y segundo en el año 2000 después de Colombia… y México ocupo el primer lugar éntrelas naciones con el mayor número de soldados entrenados en la Escuela de la Américas en 1997 y 1998.

Este entrenamiento ocurrió a pesar de que una unidad de militares mexicanos liderados por un graduado de la Escuela de la Américas masacro velozmente a cinco personas atadas en un mercado de Chiapas durante el levantamiento de 1994. El entrenamiento continúo a pesar de que el Pentágono tenía información de inteligencia confiable de que el ejército mexicano estaba organizando grupos paramilitares para atacar bases de apoyo zapatista, aun cuando los zapatistas declararon un alto al fuego.

Estrecha relación Militar a Militar

Mientras que en la superficie parecerá que la nueva Iniciativa Mérida de Obama pone menos énfasis en el papel del ejército en la guerra contra las drogas, la ausencia de nuevos aviones no quiere decir que el papel del ejército mexicano disminuirá en la guerra contra las drogas. Mejor dicho, la nueva Iniciativa Mérida pretende preparar a los militares mexicanos para una guerra larga, interminable.

El proyecto de presupuesto para el 2011 de Obama incluye $ 8 millones en el financiamiento militar con el fin de “de fomentar una mayor cooperación entre Estados Unidos y los militares mexicanos”. Esta cooperación se dará en una mayor formación de militar a militar.

Altos oficiales militares de EE.UU. dicen que la Iniciativa Mérida se centrara en la preparación del ejército mexicano para una guerra muy parecida a la que sostiene EE.UU. en Afganistán e Irak. “Necesitan el apoyo de inteligencia, capacidades y tácticas que se han desarrollado para nosotros en nuestra lucha contra las redes terroristas del mundo”, palabras del Almirante Naval Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto. “Existen demasiadas similitudes”. Mullen viajo con Clinton para participar en la Reunión del Grupo de Consulta de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida en México.

De la fuerza Aérea, el general Gene Renuart, comandante del comando Norte, está de acuerdo con su colega. “Hemos aprendido y crecido mucho de la forma en que hemos conducido las operaciones contra las redes terroristas y combatientes insurgentes”, dijo Renuart al USA Today. “Muchas de las tácticas que se utilizan para perseguir a las redes se aplican… a las organizaciones de trafico de drogas”.

De acuerdo con el USA Today, los militares de EE.UU están ayudando a su contraparte mexicana a adquirir los “conocimientos necesarios para ayudara a transformar el ejercito de México de una fuerza convencional diseñada para contrarrestar las amenazas externas, a un ejército librando una guerra irregular donde el enemigo vive entre la población civil”.

El problema, como los iraquí y afganos han descubierto, es que en una guerra donde “el enemigo vive entre los civiles”, cualquiera puede ser confundido con el enemigo. En México, la línea entre los civiles y “el enemigo” es cada vez más borrosa. Este punto puede ser ilustrado con el pasado día de Pascua, cuando los soldados abrieron fuego contra un camión lleno de niños en un reten militar. Dos niños pequeños murieron. El gobierno emitió inmediatamente un comunicado de prensa afirmando que dos “delincuentes” murieron en el tiroteó, además de haberse apoderado de un impresionante arsenal de armas y vehículos blindados durante el tiroteo. Posteriormente, el gobierno reviso su historia para declarar que los niños estaban atrapados en “fuego cruzado” entre los soldados y los narcotraficantes. Los padres, hablaron con la prensa desde su habitación en el hospital, declarando que solamente los soldados se encontraban presente en el lugar y que fueron ellos quienes le apuntaron a la familia.

Los militares han utilizado constantemente el pretexto de “buscar marihuana” para atacar las fortalezas zapatistas, a pesar de nunca haber encontrado alguna droga dentro del territorio zapatista.

Los Zapatistas no son los únicos en sufrir las represiones de la guerra contra las drogas. En 2009, la policía federal y estatal secuestraron a tres líderes campesinos de la base-Chiapas de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ). El gobierno dijo a la prensa que la OCEZ fue un frente para los traficantes de drogas. La campaña de difamación justifico el crecimiento militar en la región, donde también viven simpatizantes zapatistas. Después de dos meses de encarcelamiento y horas de tortura, los líderes de la OCEZ fueron puestos en libertad sin cargos, No obstante, la región continúa bajo vigilancia militar.

El pasado octubre, en lo que posiblemente se puede considerar como la demostración más aterradora de militarización de la guerra contra las drogas, a punta de pistola la policía federal disparo a 44,000 trabajadores sindicalizados electricistas, Calderón le ordeno a la policía atacar Luz y Fuerza del Centro compañía de electricidad propiedad del gobierno, solo después de que se hizo el ataque para emitir un comunicado en el que se disolvía legalmente la empresa y por defecto la unión. El sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que sigue luchando por los puestos de trabajo de sus miembros, se considera uno de los sindicatos más antiguos y más radicales de la nación. La policía federal que llevo a cabo la orden de dispararles a los trabajadores reciben entrenamiento militar, aparentemente para proporcionarles las habilidades que necesitan para librar la guerra contra las drogas. Se encuentran entre los principales beneficiarios de la Iniciativa Mérida.